viernes, mayo 02, 2008

Nominación de candidatos a concejales. Algunas consideraciones. El caso de Conchalí

Estimados amigos

Dentro del proceso de selección y nominación de candidatos del PDC para las próximas elecciones municipales hay que considerar una serie de elementos: Hablamos tanto de los méritos y potencialidades de los pre candidatos, como de la trayectoria electoral que han tenido los candidatos del PDC. Especialmente si figuras tradicionales aspiran a ser candidatos nuevamente.

En el Caso de Conchalí se evidencian al observar los resultados electorales desde 1992 a la fecha, a nivel municipal, una disminución del universo electoral (64.021). Pero ello no es concordante con el universo de las ultimas elecciones (2005 Presidencial 2° v: 72.902; 2005 Presidencial 1° v: 72.987; Senadores 2005: 69.431; Diputados 2005: 69.085; Alcalde 2004: 66.613).

Evidentemente no hay una disminución del universo electoral, sino más bien una decisión de los electores de no optar por alguno de los candidatos propuestos. Considérese que 2.592 personas que votaron por alcalde el 2004, no optaron por concejal. Ello podría significar tanto un desconocimiento del rol del concejal, como un desgaste generalizado de la mayor parte de los candidatos de todos los partidos.

Respecto a la votación otorgada al PDC, hemos oscilado desde un 33% en la primera elección de diputados y senadores a sólo un 10,1% en las elecciones municipales del 2000. En las últimas (2005) se obtuvo un 24,34% en las senatoriales y 14,25% en las parlamentarias.


Que conclusión cabe deducir de ello?

En primer lugar corrobora lo que muchos estudios señalan: el electorado es cada vez menos fiel en sus opciones políticas, por tanto puede cambiar de opción de una elección a otra. Pero al mismo tiempo, hay ciertas constantes. En el caso del PDC salvo el caso del 2000, probablemente vinculado a otras situaciones, como la irrupción del fenómeno Lavín, existe una votación promedio cercana al 20%. De los cuales sólo la mitad han sido aportados por los candidatos tradicionales del PDC, Arancibia y Aravena, quienes han obtenido una votación promedio cercana a los 3.800 votos, lo que se constituye así en un techo y no en un piso electoral.

Estos datos evidencian además la necesidad de la renovación de candidatos en todos los partidos, pero especialmente en la DC, ya que persistir en presentar a figuras tradicionales es el mejor camino al fracaso.

Pero estando de acuerdo en la necesidad de la renovación para recuperar votación que ha ido a otros partidos, surge -por tanto- la inquietud respecto al perfil de quienes deben reemplazar a los candidatos tradicionales. La experiencia en las elecciones anteriores al presentar a figuras públicamente conocidas, con arraigo local, más jóvenes, con mejor preparación académica, pero cercanos y amables es la apuesta que nuestro juicio debe hacerse.

Las dos primeras etapas de la nominación han favorecido a los candidatos que ya han sido concejales. Persistir en ellos - independientemente de los aspectos positivos de su trayectoria, cuestión que no puede dejar de reconocerse- sería un grave e imperdonable error en los niveles regional y nacional. El riesgo de obtener una baja votación es tremendamente alto.

Humano es errar; pero sólo los estúpidos perseveran en el error.
Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.