lunes, mayo 09, 2011

Cuento? Una visión capitalista de Adán y Eva



S.E. el presidente de la República nos comentaba su particular versión de Adan y Eva, a quienes describió como los primeros emprendedores al hacer algo que estaba prohibido.

Por razones de tiempo evidentemente no pudo explayarse en su relato. Procederemos a contarles lo que S.E. no pudo.

En efecto, mientras Eva residía en el Paraíso recibió una tentadora oferta de inversiones de la Serpiente, conocida asesora de mercados de futuro, la que le comentaba la tremenda oportunidad que representaba el cultivo y comercialización del fruto prohibido, que había un nicho de mercado muy dispuesto a su consumo y el marketing sería muy simple ya que los productos prohibidos se venden "solitos".

Eva no muy convencida, le preguntó para qué, si en el paraíso tenían de todo y más aun se iban a enemistar con Dios. Ante ello la Serpiente le contestó: -Ustedesss (así con acento serpentinés) viven en una economía de cazadoresss - recolectoressss y ahora darán un paso a una economía agrícola que no dependerá de los vaiveness de la economía y de esa forma podrán acumular grano y animalesss los que al vender podrán comprar bieness y serviciosss para satisfacer todasss sus necesidadesss y ser felicesss- Eva, volvió a preguntarle: Para qué si aquí lo compartimos todo y vivimos en armonía con la naturaleza-, mientras un pajarillo se posaba en su hombro.

La Serpiente estaba molesta ya que sus argumentos económicos, no lograban doblegar a Eva. Así que intentó una última carta. Lo que pasa- le dijo- esss que no te atrevesss. Eva frunció el ceño y la Serpiente se percató que por ahí iba la cosa, y continuó. No te atrevesss, no te atrevess. Esss niñita, esss niñita -continuó. En ese momento Eva comió del fruto prohibido, y encontrándolo de un gusto muy agradable llamó a Adán que estaba leyendo el Paraíso news, para que lo hiciera también. Adán que no era muy brillante, comió sin preguntarse sobre las consecuencias. En ese momento fueron sorprendidos por Dios, quien los encaró por haber violado su prohibición y los expulsó del paraíso.

La Serpiente, tras ese encuentro les dijo: No se preocupen, yo lesss ayudaré. Eva le dijo: Claro y donde viviremos ahora?. La Serpiente les respondió: Están de suerte, yo también tengo una corredora de propiedadesss y les puedo vender un pequeño sitio en el camino a la Tierra prometida a muy bajo costo, con dividendos pequeñitos, sólo 6,66 % de tasa de interés y un plazo de 10 elevado a 12 años. Una bicoca- continuó. Adán y Eva se miraron y debieron firmar los contratos que la misma Serpiente firmó en su calidad de notario suplente.

Como estaban desnudos se vistieron con un modelo de taparrabos de hoja de parra que estaba de lo más in.

Y así perdimos el paraíso y nuestros primeros padres emprendedores iniciaron la economía.