Ya la suerte está echada. Ya se ha cruzado el Rubicón. Quedan pocas horas para la elección de la nueva directiva del PDC y quisiera hacer una reflexión.
Hemos visto lemas que llaman a la renovación, a que el partido sea para todos, e incluso se llama a su refundación. Se nos ha presentado como propuestas la necesidad de contar con lideres dedicados al 100%, propuestas de innovar e incoporar más tecnologías, pero también ha habido críticas a las cupulas, a las elites, a que unas pocas familias dirigen al partido, a las que se califica de principes o de oligarquías.
Yo en realidad, quisera hablar del DC con el que sueño: Un partido que esté compuesto por los mejores hombres y mujeres, con presencia en cada comuna y en cada universidad, sindicato o población, con capacidad de estudiar, proponer y llevar a cabo iniciativas que promuevan el bien común, aun debiendo sacrificar los intereses particulares. Quisiera ver a lideres que sean figuras cultas, modelos, personas serias y consecuentes. Que no se arrodille ante los poderes, sino que esté presto para enfrentar a la dictadura o injusticia sea del lado que sea, un partido que enfrente con energía las malas prácticas, y donde la corrupción y el arreglin sea sancionado drasticamente. Quisiera un partido que defienda la vida y los derechos humanos sin ambiguedades ni tibiezas, un PDC que levante con valentía la bandera del humanismo cristiano y no la progresismos liberales ajenos a su tradición. Quisiera ver un partido que hace oposición con altura, reconociendo lo bueno del adversario, presto a apoyar las buenas iniciativas, pero diligente y sagaz para denunciar lo ilegal o irregular, especialmente lo que dañe al pobre. Quisiera ver un partido que sea como decía Tomic, tomando la carta de San Pablo, el escudo de los pobres. Ansío un partido de gente bien formada, con argumentos, que debata buscando la verdad, sin perder la fraternidad y buscando el bien de Chile.
En fin, sueño con un PDC liderado por dirigentes autenticamente patriotas, que trabajen incansablemente para que recuperemos el respeto de nuestro pueblo, que promuevan la participación activa de las bases, que no le teman a la transparencia, y un PDC que levante sus banderas desde el norte hasta el sur, desde Isla de Pascua y Juan Fernandez hasta la cordillera, un PDC formado por hombres y mujeres de bien, líderes en cada espacio en que se encuentren, un PDC orgulloso de llamarse cristiano.
Leopoldo Quezada R.
